Los pies están siempre sujetos a daños y lesiones – después de todo llevan el peso de nuestro cuerpo. Por esta razón necesitan nuestra protección y acondicionamiento. No se trata sólo de pedicura, sino también de mascarillas hidratantes y peelings. Veamos cómo debes cuidar los pies para que luzcan hermosos y saludables.
La piel de los pies se seca muy rápidamente; a menudo se somete a irritaciones y le salen ampollas. Las áreas más propensas a daños son los talones y los dedos de los pies, porque la piel se agrieta y necesita peelings. Como resultado pueden aparecer heridas, callos y otras sorpresas desafortunadas y dolorosas. Por lo tanto, antes de ponerse las sandalias e ir a la playa hay que cuidar los pies y las uñas. Sólo tienes que aplicar estas tres reglas simples.
Baño para los pies.
A un tazón de fuente, añade agua caliente y un poco de sal cosmética. Las más eficaces son aquellas con contenido de minerales, vitaminas y otros ingredientes nutritivos. Además, eliminan las células muertas de la piel y protrusiones. Un baño en agua salada tiene propiedades refrescantes, calmantes y reafirmantes. En lugar de sal cosmética puedes utilizar gel de ducha, aceite de oliva o aceite cosmético. Después de 15 minutos de baño, sécate los pies. La piel lucirá suave y las uñas más expuestas a la limadura y al pulido.
Suavidad de los pies.
Empuja las cutículas con un palo de madera y usa rallador para pies, con piedra pómez o para hacer peeling. Siempre usa cosméticos dedicados para el cuidado de la piel de los pies. Este tipo de productos contienen manchas, granos de sal o aceites. Son excelentes en la eliminación de las células muertas de la piel y la nutrición. El masaje estimula la circulación sanguínea y proporciona relajación.
Hacer la pedicura.
Corta las uñas con las podadoras redondeadas. Este dispositivo no causará grietas ni heridas. Sin embargo, no cortes o limes las uñas muy profundo porque ellas cumplen la función de protección. Si tienes un problema con ampollas y callos, sumerge los pies en agua, coloca un vendaje en las heridas y trata los callos con rallador de pie o piedra pómez. Si eso no funciona, visita el podólogo. Además, los callos y agrietamientos son consecuencia de la sequedad y el déficit de vitaminas A y E. Para suavizar la piel aplica crema o ampollas con sustancias hidratantes o que le proporcionen aceites esenciales.
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